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10 IDEAS PARA DECORAR LA CASA SIN ERRORES

La decoración es cuestión de gusto, pero también de poner en práctica algunos trucos. En este decálogo te contamos las diez claves básicas para que aciertes y tu casa siempre esté bonita.

Nuestros gustos personales deben quedar reflejados en la decoración. Los colores, los formatos y los diseños deben ser de nuestro agrado. De esta manera, vamos a estar más orgullosos de la casa y podremos presumir de ella. Es muy importante conocer los trucos para una atmósfera que favorezca un buen estado de ánimo.

Existen múltiples maneras de trabajar los interiores, pero debemos estar acertados en la elección de los recursos. No es cuestión de escogerlos aleatoriamente; por eso, te recomendamos que analices la situación actual de cada habitación y encuentres aquellos elementos para que todo el conjunto luzca más bonito y elegante.

¿Qué Necesitas?

OBSERVA EL ESPACIO

Un criterio básico y fundamental es la elección de los colores. Para ello, es preciso que hagamos una distribución coherente entre las distintas estancias, por lo que te recomendamos dinamizar el espacio con varias tonalidades o alegrar el ambiente con muebles y adornos de colores intensos. Eso sí, hay que prestar mucha atención a la manera en que los combinamos.

Por otro lado, es preciso que te fijes en todos los rincones de la casa, desde la despensa hasta la decoración de diseño en un balcón. De todo se puede aprender y, por supuesto, es necesario hacer autocrítica. Si consideras que algo debe cambiarse pues ¡adelante con ello! Muchas veces, en las cosas más sencillas está la esencia de la decoración; es decir, no hay que complicarse la vida, todo es cuestión de escoger lo que necesitamos y lo que nos gusta.

ELIGE EL ESTILO DECORATIVO

Un valor añadido en las habitaciones es la combinación de materiales y formas. En este sentido, es importante que nada quede aislado o en solitario, es preferible que haya una relación entre todos los recursos para lograr un discurso estético. Por ejemplo, una cómoda de madera con jarrones encima, una silla de mimbre junto a una mesa de estido minimalista, vestir las ventanas para que encajen cromáticamente con el resto de decoración, etc.

El factor esencial es conseguir una casa en armonía. Aprende a utilizar la iluminación, procura que sea natural y utiliza cortinas translúcidas que tamicen la luz o, incluso, estores de fácil colocación y manejo. Por otro lado, no dudes en elegir una espectacular lámpara de techo como si fueras una estilista; con campanas llamativas y otras de pie en rincones donde llegue menos luz.

Por tanto, si te has aburrido de la decoración que tienes en casa, ¿por qué no empezar a cambiarla? ¡Anímate y empieza a darle más personalidad! Para inspirarte, queremos mostrarte este decálogo donde te contamos las diez claves básicas para que siempre aciertes.

 

UN AS EN LA MANGA: LA SENCILLEZ

Hearst

Es más fácil acertar en la decoración cuando los muebles básicos son piezas con diseños sencillos. En el caso del salón, pon atención en el sofá, la mesa de centro o el aparador.
1. Un sofá con tapicería lisa es más agradecido que uno estampado, ya que podrás elegir los cojines sin temor a que los motivos no encajen entre sí.
2. Un sofá con tapicería clara ofrece más posibilidades que una de color llamativo (rosa, naranja, verde…), ya que podrás añadir a tu salón una butaca o una alfombra en un tono intenso sin preguntarte: ¿combinará? El color menos problemático para el sofá, sin duda, es el blanco, seguido del gris claro.
3. Un aparador o una mesa de centro discretos -de líneas sencillas- te dejarán libertad para añadir muebles de cualquier estilo en el futuro sin necesidad de cambiar toda la decoración. Las apuestas seguras: muebles sin adornos, con diseños básicos. ¿Qué acabados resultan más fáciles de combinar? El color blanco y las maderas claras, como roble o haya.
Sofá, de la firma Crisal. Butaca, de La Albaida. Mesas de centro y alfombra, de Ikea. Espejos, de Almacenes Masol.

BUSCA LA LUZ

Una habitación oscura parece más pequeña. Además, la falta de luz hace que incluso los detalles en tonos vivos resulten apagados y tristes. Aunque no tengas un ventanal de suelo a techo, existen trucos para lograr que un ambiente parezca más luminoso.
1. Pinta el techo y al menos tres paredes en color blanco: reflejan la luz natural y la multiplican.
2. Viste la ventana con una cortina o un estor blanco. La idea es que maticen la luminosidad, no que la corten el paso.
3. Si el suelo es oscuro, busca alfombras claras que lo iluminen. Si tienen textura (lana, pelo largo, fibras…), lograrás que el ambiente, además de luminoso, resulte acogedor y cálido.
Interiorismo y cabecero, de Rocío Olmo. Papel pintado, de Coordonné.

ANALIZA CENTÍMETRO A CENTÍMETRO

Cuando imaginamos cómo decorar una habitación, tendemos a pensar «aquí pondré el sofá; allí, la mesa de comedor…» Pero el espacio visual no es lo mismo que el espacio real. Antes de comprar cualquier mueble, acércate a las paredes y míralas con atención.

1. ¿Hay algún radiador? Entonces no podrás colocar el sofá o el aparador, ya que quedarán alejados de la pared. Cualquier mueble deberá comenzar justo a continuación del radiador.


2. ¿Dónde está la entrada del teléfono o de la antena de tv? Su presencia condicionará la distribución, ya que tu televisor (y el mueble sobre el que piensas colocarla) debería quedar junto a la toma de la antena. Pero no te desesperes: si no te gusta dónde está ubicada, siempre la puedes trasladar.


3. ¿Tiene algún retranqueo, por muy pequeño que sea, o sobresale ligeramente un pilar? Cualquier irregularidad de la pared te impedirá adosar a ella una librería, ya que el espacio que quedará detrás resulta muy antiestético. ¿La solución? Replantéate la distribución de nuevo o encarga muebles a medida

LAS TENDENCIAS, CON MODERACIÓN

 

A todos nos gusta tener nuestra casa a la moda, pero… ¿realmente quieres cambiar de sofá o de mesa de comedor cada dos por tres? Para evitarlo, limita la decoración «de tendencia» a complementos que se puedan sustituir sin alterar las piezas clave de la decoración.

Los mejores candidatos para tener una casa fashion sin quebraderos de cabeza (ni de bolsillo) son jarrones, cojines y la decoración de pared: cuadros, letras, guirnaldas, falsos trofeos…
Jarrones, de Lou & Hernández. Hormiga, pájaro y bandeja de madera, de EsteOeste.

LOS PAPELES, DE UNO EN UNO

 

 

El papel pintado crea una sensación de intimidad que se traduce en un ambiente acogedor. Pero, a menos que el espacio sea muy amplio, una habitación empapelada por completo corre el riesgo de parecer saturada. Dosifica el papel y limítalo a una sola pared: el efecto sorpresa resultará muy decorativo y lograrás dar sensación de profundidad a la pared sobre la que lo coloques.
Papel pintado, de Amy Butler. Escritorio y silla, de Ikea. Armario oriental y butaca, de Kulunka.

HAZ PRUEBAS ANTES DE COLGAR

La decoración de la pared es algo más compleja de lo que parece. Cuando combinas varios cuadros o fotografías, es importante que mantengan un equilibrio entre ellos para que la composición resulte armónica. Para que no te arrepientas ni llenes de agujeros inútiles la pared, el truco consiste en colocar en el suelo los cuadros y probar todas las composiciones hasta que des con la que más te guste. Cuando la traslades a la pared, lo harás a tiro hecho.

NINGÚN MUEBLE DEBE ESTAR SOLO

Fíjate en esta imagen. Ahora tapa con la mano el cuadro y los jarrones colocados sobre el aparador, para eliminarlos visualmente. ¿A que pierde encanto? Una casa bien decorada no es sólo aquella que incluye muebles vistosos, sino la que añade un plus de estética con pequeños detalles. No es cuestión de abarrotar la superficie, basta con un complemento para que ningún mueble quede «desnudo». Los recursos que siempre tienen éxito son:
1. En el caso de una mesa auxiliar, una lámpara. Lo ideal: que su base sea pequeña para que no ocupe toda la superficie, como un flexo.
2. Sobre una mesa de centro: en un extremo, un libro tamaño A4 con una portada vistosa (los de arte y viajes suelen ser muy decorativos); y en el extremo opuesto, un jarrón de tamaño medio (los que superan los 25 cm de altura son más difíciles de integrar).
3. En un aparador bajo, aplica el mismo criterio que para la mesa de centro, pero coloca un par de jarrones en lugar de uno solo.
4. Sobre un aparador alto, como el de la imagen, coloca una composición de jarrones de tamaño medio (dos o tres, con alturas escalonadas) o un par de velas.
Aparador, de Erico Navazo. Butaca, de Objetology.

UNIDOS POR UN SUTIL HILO DE COLOR

Es un recurso sencillo que tiene resultados muy atractivos. Consiste en tomar como referencia un color del ambiente y añadir un par de detalles más en el mismo tono. Evita incluir a muebles: así, cuando te canses del color elegido, podrás variar sin alterar el resto de la decoración.
1. En el salón, elige un cojín (en este caso, el diseño con rayas rosas); busca un plaid a tono (no hace falta que sea idéntico, pero sí que esté dentro de la misma gama) y añade una flor entonada (puedes colocarla en la mesa de centro o sobre el mueble del televisor).
2. En el dormitorio, puedes repetir el mismo juego con un cojín y una mantita doblada a los pies de la cama.
Portavelas, de Segunda Época.

COPIA IDEAS QUE TE GUSTEN

Ojea revistas, navega en las redes, busca fotos inspiradoras en Pinterest… Recorta e imprime aquellas que más te gusten y haz tu propio cuaderno de decoración en casa. Los mejores interioristas exponen sus ideas, así que ¿por qué no las copias? Tendrás la garantía de que funcionan. Y no tengas prisa. Decorar con acierto es una buena meta, pero lo importante es disfrutar y deleitarte hasta que llegas a ella. Mesa, de Madrid in Love.

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