Aprende sobre Cuándo y cómo trasplantar suculentas y cactus. todo lo que necesitas saber para mantener el cuidado y la buena salud de tu suculenta o cactus. Leer el articulo completo.
Porque, como verás, hay varios factores a tener en cuenta. Un trasplante en el momento adecuado favorecerá el crecimiento y salud de tus plantas. Pero, por el contrato, realizar un trasplante cuando no es debido puede perjudicar significativamente tu planta y frenará su correcto desarrollo.
Existen diferentes señales que hacen necesario tomar la iniciativa de trasplantar tu suculenta o cactus. A continuación, te vamos a hablar sobre ellas y 7 momentos perfectos para trasplantar tus suculentas y cactus.
¿Qué Necesitas?
1. Después de adquirir la nueva planta
Como te explicamos en el artículo «Qué hacer después de comprar una suculenta«, trasplantar te permite revisar la salud de la planta, comprobar el estado de las raíces, cambiar el sustrato para usar tu receta favorita y plantar tu suculenta en una maceta adecuada. Por ello, es aconsejable trasplantar tus nuevas suculentas justo en ese momento.
2. Cuando la suculenta ha crecido demasiado
A las suculentas les agrada estar en contenedores acordes a su tamaño y en contenedores que se ven ligeramente pequeños en relación al tamaño de la suculenta. Sin embargo, cuando la planta se ve desproporcionadamente grande en relación a la maceta hay que podar o trasplantar.
3. Cuando las raíces se asoman por los orificios de drenaje
Esta es una señal inequívoca de que tu suculenta necesita más espacio para crecer y debe ser trasplantada a un contenedor más grande.
4. Cuando el agua de riego drena demasiado rápido o el sustrato se seca muy pronto
Estos son indicadores de que las raíces han crecido demasiado y ocupan gran parte del contenedor. En este caso tu suculenta también necesita más espacio y debes pasarla a un contenedor o maceta más grande.
5. Cuando tiene demasiados hijuelos
Si tu suculenta saca demasiados hijuelos es probable que no tengan espacio suficiente para crecer. En este caso puedes optar por trasplantar únicamente los hijuelos o todas las suculentas juntas a un contenedor o maceta con más espacio para que puedan crecer.
6. Con arreglos apretados
De igual forma que en el punto anterior, cuando tienes un arreglo en el que las suculentas han crecido y parece que no tienen más espacio para crecer cómodamente, debes trasplantarlas.
7. Cuando tu suculenta no tiene buen aspecto
Si a pesar de proporcionar riego e iluminación correcta tu suculenta no se ve bien deberías trasplantar. Cambia la maceta, renueva el sustrato, revisa cuidadosamente las raíces y observa su evolución.
Por lo general, deberías trasplantar tus suculentas cada dos años para renovar el sustrato y brindarles un poco más de espacio para crecer.
No te pierdas nuestro artículo donde te compartimos 7 recetas para hacer tu propio sustrato casero para suculentas y cactus.
Cuándo no trasplantar suculentas y cactus
Al igual que existen momentos adecuados para trasplantar suculentas y cactus correctamente, existen momentos en lo que hacerlo supone un serio riesgo para la salud de nuestras plantas. A continuación, te contamos en qué momentos no es aconsejable trasplantar.
1. Cuando están en período inactivo
Las suculentas tienen periodos de crecimiento activo y otros de inactividad. Durante la inactividad, también conocida como reposo, hibernación o latencia, la suculenta está viva pero no crece o crece muy poco, requiere poco riego y no debe ser fertilizada.
Trasplantarla en estas condiciones pude alterar su ciclo de crecimiento y desencadenar problemas futuros. Algunas suculentas reposan durante el invierno y otras durante el verano. Por esto, la primavera es ideal para trasplantar suculentas que reposan en invierno (Echeverias, Agaves, Opuntias, Mammillaria, etc.) y el otoño es perfecto para trasplantar las suculentas que reposan en verano (Aeoniums, Haworthias, Aloes, etc.). Así evitamos interrumpir su ciclo de crecimiento.
2. Cuando están floreciendo
Después de trasplantar es normal ver que las suculentas se ven un poco apagadas o deshidratadas. Necesitan unos días para acostumbrarse y adaptarse a su nueva maceta y en esto gastan energía. Por otra parte, la floración también consume muchísima energía de la planta y por esto no es recomendable trasplantar en este momento.
Trasplantar durante la floración puede ralentizar o frenar el proceso y, además, es un estrés agregado para la suculenta que debería concentrar su energía en adaptarse a la nueva maceta. Así que te recomendamos esperar a que termine la floración para realizar el trasplante.
Cómo trasplantar suculentas y cactus
Trasplantar suculentas es muy sencillo. Te recomendamos que realices esté proceso cuando el sustrato se encuentra totalmente seco, así es más fácil manipular la planta y, debido a que en el proceso se pueden lastimar la raíces, el trabajar con sustrato seco garantiza que no se presenten infecciones o pudrición.
Antes de empezar prepara los materiales necesarios y ten presente que si vas a trabajar con una suculenta delicada, como un sedum, debes tener más cuidado al manipularla para no lastimarla. Por otra parte, si vas a trabajar con una suculenta que te puede lastimar, como un cactus o una euphorbia, asegúrate de usar guantes de protección.
Y como última recomendación antes de pasar al paso a paso, te recomendamos sujetar siempre la suculenta desde la base, lo más cerca de las raíces posible. Así evitarás que se quiebre la suculenta y, en el caso de que sea un especie con pruina, evitarás quitársela.
Materiales necesarios para trasplantar suculentas y cactus
- Maceta o contenedor nuevo
- Sustrato para suculentas
- Acolchado
- Herramientas básicas de jardinería
- Malla para maceta
- Guantes (opcional)
Cómo trasplantar suculentas y cactus paso a paso
1. Saca la planta de la maceta antigua
Saca con delicadeza la planta intentando no dañar las raíces. Afloja el sustrato para intentar sacar la planta entera. Puedes ayudarte de una pala o palo para aflojar el sustrato y si la maceta antigua es plástica o de algún material elástico puedes hacer presión alrededor para aflojar la planta. Después sujeta la suculenta desde la base y sácala de la maceta.
Revisa nuestro artículo para saber cómo elegir la maceta perfecta para tus suculentas.
2. Retira el sustrato
Con tus manos mueve las raíces para aflojarlas y retirar la mayor cantidad de sustrato posible. No te preocupes si no lo puedes retirar por completo, pero asegúrate de, al menos, las raíces queden un poco sueltas.
3. Revisa los orificios de drenaje
Si tu maceta tiene orificios de drenaje grandes podrías perder algo de sustrato cada vez que riegues, por ello te recomendamos poner una mallas o rejilla sobre los orificios antes de agregar el sustrato. De esta manera el agua de riego puede drenar y no tendrás pérdidas de sustrato.
Como segunda opción (aunque no es nuestra favorita) puedes poner una capa ligera de piedras en el fondo de la maceta. Esto cumple el mismo propósito que la malla, impide que escape el sustrato y permite el drenaje.
4. Planta la suculenta en la nueva maceta
Agrega sustrato en la nueva maceta hasta casi llenar. Después crea un hueco en el centro proporcional a las raíces de tu suculenta y plántala. A continuación, agrega más sustrato hasta cubrir las raíces y que la suculenta quede fija.
5. Pon una capa de acolchado
Este paso es opcional, pero muy recomendable. Pon sobre el sustrato una capa ligera del acolchado de tu preferencia. Si aún no sabes qué es el acolchado te lo explicamos aquí.
¡Y eso es todo! Así de fácil es trasplantar una suculenta. Una vez realices este proceso te recomendamos esperar, al menos, un par de días antes de regar. Nunca riegues el mismo día del trasplante.
Revisa nuestros artículos sobre acolchado para suculentas.