A la hora de diseñar una pieza, un estilista, estilista o costurera hará una pieza de lo que vas a montar. Por ello, las piezas se rediseñan a la hora de modelar, añadiendo largos, sisas, cinturones, muslos y otras piezas para que se ajusten perfectamente al cuerpo.
El producto creado se consolida y elimina del papel. El modelado es el momento ideal para ver si se necesitan cambios. Esto puede considerarse un proceso que requiere mucho tiempo en la elaboración de la pieza. Por lo tanto, si no se hace correctamente, habrá que repetirlo durante la costura, cambiando el acabado y consecuentemente tardando más, además de desperdiciar tela.
Como se mencionó, en el modelado, el dibujo de las ventas de papel y la parte idealizada, porque este proceso es tan importante. Cuando el producto tiene una buena forma, si coge bien y tiene el ajuste perfecto, lo que haces es mucho más apreciado y apreciado.
Un buen modelado influye incluso en la visión que el consumidor tiene de las piezas (si son caras o se ven desgastadas). La buena calidad de un producto significa calidad en varios lugares: en el tejido, en la fabricación y en la usabilidad.
Pero cada diseñador o estilista modela, corta y cose cada día un curso específico de modelado, fundamental para aprender a dar a la pieza final el ajuste perfecto y adecuado. El curso modelo no es obligatorio, pero es fundamental para aquellos que quieren diferenciarse en este campo. Con él, el profesional adquiere más experiencia y puede trabajar con todo tipo de piezas, tejidos y cuerpos. Sigue…
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